Según algunos poetas, Perséfone estaba enamorada de Hades. Prueba de ello es que una ocasión cuando regresaba del Olimpo luego de visitar a su madre, encontró en el lecho de su marido a una muchacha.
Era la ninfa Minte, y ya es sabido que las ninfas son símbolos de seducción. Al igual que su hermano Zeus, Hades parecía entenderse muy bien con ellas. Perséfone arrastró a la muchacha hasta llegar a las arenas de Pilos, donde la pisoteó con tal furia que la ninfa fallece bajo sus pies, con su cuerpo destrozado.
Mientras el cuerpo de Minte era pisoteado por la cólera de la reina del inframundo, un aroma extraño, dulce y grato comenzó a desprenderse de él .
Minte se había convertido en la menta silvestre que crece sobre las colinas mirando el mar.