La flor del Cerezo tiene un significado muy especial para los budistas, se asocia con el carácter pasajero de la vida y la belleza pero también con esa etapa de transformación, que por lo tanto, es un renacer. En Japón se utiliza el término “sakura” para referirse a esta flor y a su árbol. Para los samurais tiene un valor sagrado porque significa la sangre así como también el sacrificio de su vida y lo efímero de ésta. Nacer, vivir con esplendor, para luego morir y abandonar el árbol, reconciliándose con el suelo.
La vida y sus ciclos no siempre nos mantienen alegres o conformes, muchas veces llenas de dudas y confusión, tristes o desoladas, pero no olviden que los cerezos florecen y se llenan de color y matices, eso es vivir. Si hoy el agobio no te permite ver la luz ni sentir paz, recuerda que no es eterno y en algún momento, todas pero absolutamente todas, florecemos y volvemos a llenarnos de energía y color, es cosa de aceptar que la vida está llena de ciclos y ninguno será para siempre, por más doloroso que esté siendo. Mucha fuerza a las que no lo pasan bien y han acudido a este Tarot griego, que es sabio y sincero. La hora más oscura de la noche es la que está más cerca del amanecer
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